319. FELICIDAD
La felicidad que embarga a Santiago al tener a su lado a la mujer que amó toda su vida y que es la madre de su hija es tan grande que no puede expresarla con palabras. Su sonrisa radiante y su mirada llena de amor son testigos de la inmensa alegría que siente en este momento tan especial.
—¡Gracias hija, muchas gracias! ¿Viste Susi? ¡Bella es igual que tú, te lo dije!
—Sí, lo estoy mirando. Menos mal, que tiene a muchos que cuidan de ella, para que no la engañen como a mí.
Isabella al escuchar lo que le dice su madre se queda mirando a su papá que baja la cabeza y cambia la vista, y luego ella sonríe al verlo así y le dice a su madre.
—Bueno mamá, luego tú y yo, tenemos que contarnos muchas cosas. ¿Cuándo voy a conocer a mis abuelos?
—¡Cuando quieras, ellos están desesperados por venir!
—¡Papá, llámalos que vengan hoy! ¡Quiero reunir al fin a toda nuestra verdadera familia!
La emoción se intensifica en la voz de Santiago al escuchar las palabras de Isabella. Siente una fe