Bruno, notando su tristeza por la pérdida del bebé, le dio una palmada en el hombro:
—No te aflijas tanto, podrán tener más hijos.
—¡Ni hablar! —Emilia, que acababa de dejar a Diego en la habitación, salió justo para escuchar el comentario de Bruno y replicó furiosa— ¿Este miserable cree que Julia volverá a tener hijos con él? ¡Que siga soñando!
—¿Cómo está Julia? —preguntó Andrés, ignorando los comentarios de Emilia, sabiendo que hablaba así por defender a su amiga.
Emilia respondió enfadada:
—Ya está recibiendo tratamiento, pero te digo una cosa: si te queda algo de conciencia, cuando salga del hospital, aléjate de ella. Mantente bien lejos.
—No seas así —Bruno, viendo el dolor en el rostro de Andrés, intentó calmar a Emilia—. Este embarazo ya presentaba complicaciones. Hablé con el doctor y me dijo que incluso manteniéndolo a la fuerza, habría tenido muchas complicaciones, y Julia tiene un tipo de sangre especial que la hace propensa a hemorragias graves.
—Aun así, no debió ser tan