—Bien —respondió ella.
Entraron juntos al evento. Dos horas después, el desfile terminó. Julia recogió sus cosas y salió junto con Daniel.
—Julia —dijo él de repente mientras caminaban por el largo pasillo, volteando a verla.
—¿Sí? —ella alzó la mirada.
—¿Tú y Andrés... ya se reconciliaron por completo? —la miró Daniel, como si quisiera decir algo más.
Julia percibió su inquietud y preguntó suavemente:
—Daniel, ¿qué quieres decirme?
—¿No te preocupa que Cristina regrese?
Julia se quedó perpleja:
—No debería volver, ¿o sí?
Andrés le había prometido que no dejaría que regresara. Pero Daniel continuó:
—He oído que no se está adaptando bien en el extranjero y está bastante enferma. Probablemente Andrés fue a verla.
Julia sintió un vacío en el pecho. ¿Andrés había salido tan apresuradamente en la mañana para ver a Cristina? Cuando regresó a Villa de Oro ya era de noche. Andrés aún no había vuelto.
Al verla, Luz se adelantó a informarle:
—Señora, el señor mandó a Javier a mediodía a recoger