Julia guardó silencio por un momento y luego preguntó: —¿Ella no se opuso?
—¿Por qué se opondría?—respondió Andrés.
Julia se tranquilizó al oír esto y sonrió: —Entonces iré.
Como no tenía planes para la noche, tomó un taxi al hospital.
Al llegar a la puerta de la habitación, escuchó a Cristina hablar con Andrés: —Hermano, ¿crees que a Julia le caeré mal?
—No, ella es muy agradable—respondió Andrés.
Julia abrió la puerta y vio al apuesto Andrés y, detrás de él en la cama, a una hermosa y serena joven.
Con su largo cabello extendido, Cristina parecía un hada pura e inmaculada.
Julia apenas la miró un segundo cuando Cristina se escondió asustada detrás de Andrés: —Hermano, me está mirando...
—No tengas miedo, solo te está saludando—, sonrió Andrés y le pidió a Julia que se acercara. —Julia, te presento a mi hermana Cristina.
Julia sonrió y le extendió la mano: —Hola, soy Julia, la esposa de Andrés.
—¿Julia? ¿Los Gómez?—, murmuró Cristina, confundida pero algo familiar. Miró a Andrés.
Él s