Mundo ficciónIniciar sesiónLa Fortaleza Draconis se había transformado en un campamento de guerra. El campo de entrenamiento, un espacio sagrado de disciplina Draconis, ahora era un hervidero de hostilidad mal disimulada. Observaba desde la plataforma de mando junto a Anya y Eris.
Los Betas de Marcus se negaban a seguir las tácticas de guerra de movimiento propuestas por la Ceniza. Eran lentos, demasiado apegados a la fuerza bruta y a las formaciones fijas. La Ceniza, por otro lado, era pura velocidad y caos controlado, moviéndose en patrones que los Draconis consideraban imprudentes.
—Tu gente tiene plomo en los pies, Alfa Supremo —dijo Eris, cruzada de brazos. Su tono era mordaz.
—Mi gente t







