93. Los médicos (T2)
Herseis revisó su celular y moldeó una sonrisa sutil. Caminó varias calles, debido a que no debían verlos y fue hacia el auto de Helios donde la esperaba. Entró con normalidad y le dio un suave beso en los labios, ligero y corto, solo un saludo.
Helios le regaló un chocolate y una flor. Había estado expectante todo el día para volver a verla. El coche se puso en marcha.
El auto avanzaba suavemente por las calles, mientras Herseis miraba por la ventana, sumida en una mezcla de nervios y curiosidad. A pesar de la naturaleza secreta de su relación, en ese momento se sentía en paz. El simple gesto de Helios, ofreciéndole un chocolate y una flor, la había conmovido más de lo que esperaba. Aquella pequeña flor era una promesa de algo más, de un cuidado y una atención que jamás había experimentado antes, y el chocolate le hizo recordar que, aunque su relación con Helios fuera algo inesperado y prohibido, había espacio para los placeres sencillos.
Al llegar al hospital privado, un edificio im