Marcus.
-” ¿Qué demonios hago aquí, Wendy? Tengo mucho que estudiar, me prometiste que, si venía a pasar la vacaciones con ustedes, me dejarías tiempo para pasar tiempo con Lean en Londres, necesito hacer un tiempo de pasantía, para cuando comience a trabajar con ellos, en dos años.”- era mi decima queja con mi maldita controladora hermana mayor.
En ocasiones como esta, hubiera preferido que Amelia Earhart, mi otra hermana, que ahora se encontraba en algún lugar de Asia, perfeccionado sus habilidades como fisioterapeuta, me sustituyera. Esto es lo malo de ser el menor de la familia Miller, por lo menos en mi generación, todos te mandan.
-” Sabes que te necesito, sobre todo ahora que tengo que huir un poco del control de la Diosa Miller, en especial por sus cuatro nietos, y más ahora que Finlay está de viaje de negocios, si le digo a mamá que has venido a ayudarme con tus sobrinos, en tus vacaciones, centrara sus esfuerzos en Roy, y en mis dos sobrinos, lo único por quien lo lamento es por Hanna Banana, que se va a encontrar en medio de esta batalla sin cuartel...”- decía mi “amorosa” hermana mayor.
-” Sinceramente, siento pena por mi cuñado, y por mis sobrinos varones, vivir con una peligrosa copia, con ideas propias, y manipuladoras, de mi peligrosa madre, y en encima con una réplica, en pequeño, de mi adorable y atractiva sobrina de dos años, es el peor castigo que se le pueden desear a cualquier hombre enamorado, y por desgracia mi cuñado está hasta las trancas.”- pensé mientras colocaba a mis cuatro sobrinos, en sus sillitas, dentro de la limusina que nos iba a llevar al club, donde Wendy había quedado con sus amigas.
-” No me vendas esa moto, Wendy, que sé que me llevas para que haga de niñero de mis sobrinos, y tú tengas tiempo para criticar a mi cuñado, y a sus amigos.”- le dije tratando de parecer molesto mientras le hacía cosquillas a el pequeño Errol, el menor de mis cuatro sobrinos, y el relativamente más tranquilo de los tres hijos varones de mi hermana, comparado claro con los otros dos, Edwin e Iver, que son futuros terroristas de estado, como mínimo, y para mi gran disfrute, esos enanos me hacían partirme de risa con sus cosas, y sólo tenían dos años.
-” Tío Robin a mí, también.”- exigió, usando mi apodo de Robin Hood, como no, la pequeña Bonnie, al ver reír sin control, ante mis cosquillas, a su hermano pequeño, y como es normal, ante la exigente demanda, tuve que hacerlo, tenía claro que, al tener sangre Miller corriendo por sus venas, Bonnie Yvaine Alacintye no iba aceptar un no por respuesta.
-” Se puede saber de qué te quejas si estas encantado, mira como los consientes, esta noche no hay quién los pares, te aconsejo que los agotes en el club, o dormirlos te llevará la vida, futuro abogado.”- me dijo la manipuladora de Wendy entrando en la limusina.
-” ¡Ah, no! Eso sí que no, ¡Protesto, señoría! Wendy te recuerdo que soy soltero, sólo tengo veintiún años, y que sepa yo sólo soy el tío, mi deber es mimarlos hasta malcriarlo, y luego dejar que sus padres se maten en tratar de destruir lo que yo he creado, si no estas conforme, ahora mismo llamo a la Diosa... y al verdugo, lógicamente, para que tomen cartas en el asunto. De seguro el Rey Arturo me lo agradecerá.”- le dije a mi hermana sentándome en mi asiento junto al peligroso Edwin, el hijo mayor de mi hermana, que además de ser un calco a su enorme padre, le gustaba imitar las actitudes masculinas, de todos los hombres de la familia.
-” ¿No te atreverás? ¿Verdad?”- dijo Wendy con algo de alarma, mientras me miraba con advertencia peligrosa en sus ojos azules, tan parecidos a los míos.
-” ¿Tú qué crees, Ailan Caroline Alacintye?”- le dije a mi hermana cruzando mis brazos sobre el pecho, en señal de contundencia, mientras notaba, por el rabillo del ojo, que, como esperaba, Edwin hacia ese mismo gesto, el de cruzar los brazos, y mirar a su madre con una expresión queriendo parecer intenso, imitándome, definitivamente adoro a mis sobrinos, son como un pequeño ejercito peligroso, y letal, pero adorables.
Fue de esta manera como el chantaje emocional de Wendy fue resuelto rápidamente, ya en el club, agotar a mis sobrinos fue entre complicado, y completamente imposible, principalmente porque ellos son cuatro, y todos tienen dos años, tres de ellos son especialmente intensos, y mi preciosa Bonnie, es una manipuladora y conquistadora nata, digna nieta de la Diosa Miller.
Nada los agotaba, ni las mil doscientas veces que tuve que bañarme con ellos en la piscina para niños, mientras notaba, con algo de inquietud, como todas las mujeres casadas, o solteras, con sus propios hijos, me miraban intensamente, devorándome con los ojos, seguramente era muy atractivo ver a un jovencito de veintiún años, alto y musculoso, con tan sólo un bañador tipo bóxer ajustado, sujetando, mojando, o en entre mis brazos, en el caso de Bonnie que ya había tomado su posición exclusividad, con respecto a sus otros tres hermanos, a mi alrededor. Esos cuatro niños eran muy atractivos, ya a sus de dos años, aunque ahora estuvieran gritando como locos, para llamar mi atención.
-” ¡Tío Robin! ¡Tío Robin!”- prácticamente era lo único que se oía en el área de la piscina infantil.
Mientras, mi hermana reía, bebía cocteles, y toma el sol, junto a Rocío Duncan, la esposa de Oliver, uno de los mejores amigos de mi cuñado, y como mi hermana Ailan, era arquitecto, y la representante de artista Carlota Zimmerman, Ailan seguro estaba feliz de tener a su estúpido hermano menor al frente del fuerte, lástima que su tiempo de explotarme, se acabará pronto, justo en dos semanas, ya que regresaba a Boston.
Tras agotarme yo, y no esos cuatro demonios, tiré la toalla, los llevé, mirando a mi hermana con reproche, por su falta de ayuda, a que les dieran de almorzar, y que pasaran lo que quedaba de tarde, en el centro infantil privado, para socios VIP, del Club, donde desde luego habría profesionales más preparados, que su agotado y consentidor tío.
Lo que necesitaba en ese momento, tras comer algo contundente, era ir a la zona de spa del Club, y lógicamente, un plan de huida para que mi explotadora hermana Wendy, no acabara con mi juventud.
Mi vida es tranquila en realidad, en la universidad de Boston, estudiar, asistir a las clases, bueno también salir, en ocasionales, con chicas nada complicadas, ni pegajosas, que saben las reglas del juego, algunas fiestas estudiantiles, y poco más, pero todo sin complicaciones, lo normal de un universitario, pero cuando vuelvo a el Reino Unido, el peso de ser un Miller es como mínimo, estresante, sobre todo si como en mi caso, eres el benjamin de la familia.
Me dirigía hacia la zona del spa, justo después de comer, cuando en uno de los pasillos, frente a la entrada de las pistas de tenis, la voz, y la figura de una mujer, que reprendía a un hombre, con claro desprecio, mientras se reía de él, me hizo centrar mi atención en ella, en especial, cuando al acercarme, accidentalmente oí mi nombre.
Pronto la imagen de una rubia pequeña, dentro de un uniforme de tenis, blanco y amarillo, con una faldita algo corta, para mi parecer, con curvas más que interesantes, voluminosas, pero adecuadas, y unos ojos del color del mar coralino, destacaba como un faro, pero, sobre todo, por tener una lengua venenosa, y viperina, con una actitud totalmente descarada, subida, y borde,
Ella estaba a pocos metros de mí, y esa especie de mujer, por decir algo, era ni más ni menos que la estúpida Marilyn, la caprichosa heredera de los Lascalles. Pronto mi mente revivió, de forma muy vivida, el recuerdo de mi mejilla al ser golpeada, y el robo, por mi parte, de un beso interesante, y porque no decirlo, al recordarlo en este momento, me hiso sonreír, de forma traviesa.
-” Esta bien, Marilyn, tú te lo buscaste al nombrarme, ya veo que no aprendes, vamos a por el segundo asalto, preciosa”- pensé mientras con intención, me acercaba a esa pareja, donde el hombre estaba siendo humillado por una Barbie princesa, con lengua de camionero.
Nota de la autora: Bueno como prometí, la última novela de los Miller ya está aquí, como notareis, si no habéis leído las otras novelas, os aconsejo que sigan el orden que dejé en el prólogo, por otro lado, como veis salen personajes que ya conocéis, y os puedo decir que casi están todos los de las anteriores novelas. Espero que lo disfruten.