Daisy.
El juicio llegó, al día siguiente, y como dijo Carlota, apenas asistió público, los periodistas estaban prohibidos en la sala, y mi nueva imagen fue de nuevo puesta a prueba hasta el punto de que, de los nervios, estuve a punto de salirme de la sala, pero no lo hice para que Roci no debía sospechar nada.
Todo comenzó cuando pude ver como, junto a Carlota, y Lean Murdock, además de a otros abogados de ese bufete, uno de los acompañantes legales, era la última persona que yo me esperaba que apareciera allí, una persona que era el origen de todos mis odios, el infame Marcus Miller, el cual, iba e