—Gracias Mía —susurra Vicky, dándome una sonrisa suave.
La oficina de Andrew estaba a solo dos puertas, así que cuando llegamos, ya se encontraba abierta. Andrew estaba moviendo la pierna insistentemente mientras utilizaba su tablet, el ceño fruncido en concentración o rabia, no podía descifrarlo. Apenas entramos, dejó de prestarle atención a la tablet y nos miró, allí supe que era rabia.
Está rabioso.
—¿Pueden explicarme por qué acabo de recibir una llamada de Lucius pidiéndome explícitamente la participación de Lauren en todos los procedimientos jurídicos? —pregunta, yendo directo al punto. —¿Acaso le dijeron que Lauren era una abogada titulada?
Abro la boca para defendernos, pero Vicky salta primero. —Lo siento, solo le dije que Lauren era una colega.
—¡No es tu colega, es una pasante! —regaña severamente, la vena de su frente está brotada, luce demasiado molesto para solo ser eso. Acaricia su nuca y niega con la cabeza, como si estuviera demasiado cansado como para seguir discutie