Al día siguiente, en la oficina, todo es igual al día anterior. Benedict no se presenta a la empresa e Isabella hace todo lo que tenía que hacer sin sentir la presión de su esposo en su nuca todo el tiempo.
Con Megan acordaron ayer encontrarse nuevamente en la cafetería el día de hoy a la hora de la salida. Ella envió un mensaje diciendo que, gracias a su padre, había conseguido algunos de los nombres que tenían ese tipo de traje.
Con un nerviosismo extremo, Isabella pide a Lucinda que la cubra en los últimos diez minutos que faltan para la hora de la salida y agarra su cartera para dirigirse hacia allí. La posibilidad de por fin saber quién es ese hombre la está matando.
Minutos después de que ella sa