El viaje a casa transcurre en silencio. Benedict no dice nada y Bella tampoco. Cuando el auto se detiene frente a la casa, ella baja sin que él intente detenerla. Justo cuando va a abrir la puerta, se gira y lo encuentra mirándola desde el asiento del conductor.
—Tengo otra reunión importante, así que no me quedaré a tomar café contigo —dice él, con un tono divertido, pero al siguiente segundo su rostro se torna serio—. Recuerda no salir a ningún sitio sola. Si necesitas hacerlo, me escribes y vendré por ti.
Bella asiente tras un suspiro y entra a la casa sin decir nada más.
El interior está en completo silencio. Megan y los niños aún no han llegado. Su amiga le comentó más temprano que los llev