Capítulo 15. No tienes que hacer esto
Tres horas pasan demasiado rápido para Isabella. Desde que habló con Benedict en su oficina, no pudo tener ni un minuto de paz, un nudo gigante permanece en su garganta, imaginando que le espera lo peor.
Cuando el reloj finalmente marca la hora de la salida, se apresura en tomar su cartera para salir primero que su esposo.
Ya en la calle, reflexiona y sabe que no puede ir a la mansión, por lo que camina hasta el centro comercial, se sienta en una cafetería por mucho tiempo hasta que la dependienta le informa que ya debe cerrar el local, y que debe salir de allí.
Isabella sale del sitio con el corazón latiendo a mil. Ya es bastante tarde y no tiene de otra que tomar un taxi e ir a la mansión para enfrentar su destino. Con algo de suerte, puede que Benedict no esté en casa. Total, no sería la primera vez que él no dormiría en la casa.
Para su suerte, cuando llega, todo el salón está a oscuras. Se quita los zapatos para no hacer ruido y sube las escaleras de manera sigilosa. Llega hast