Capítulo 68. Nunca cambiará
Cuando Megan regresa del baño, se acomoda nuevamente en la mesa junto a Isabella y Álvaro, quien la recibe con una sonrisa amable y le ofrece algunos platillos. La cena continúa sin contratiempos, entre risas y platos que se vacían poco a poco. Isabella intenta relajarse, pero su estómago se cierra con cada mirada fugaz de Álvaro, cada gesto de cortesía que él le dedica. Sabe que no está haciendo nada malo, pero igual no puede quitarse de encima esa sensación de incomodidad, como si estuviera rompiendo alguna regla no escrita.
Desde una mesa de la segunda planta, Alessia continúa observando. Sus ojos brillan con una mezcla peligrosa de diversión y malicia. Saca su celular otra vez, aprovechando el ángulo perfecto en el que Megan queda fuera de cuadro. Captura una nueva imagen justo cuando Álvaro se inclina hacia Isabella para comentarle algo al oído. Luego otra, cuando él sirve más vino en su copa, y una más cuando los tres ríen por algo que dice Megan, aunque la risa de Isabella es m