Capítulo 99 —Yo también te extraño
Narrador:
Desirée acababa de colgar una llamada con la fiscal adjunta cuando el teléfono vibró otra vez. Miró la pantalla. Cedric. Sonrió, pero no lo mostró. Dejó pasar dos tonos antes de contestar, porque así era ella.
—¿Qué quieres? —preguntó, sin saludar.
La voz de él llegó cargada de ironía y calor.
—¿Así me recibes? ¿Después de días sin escuchar mi voz de dios griego?
—Dios griego, mis ovarios. ¿Por qué llamas?
—Te extraño —dijo, como quien informa el clima.
Desirée bufó, pero no pudo evitar sonreír. Cruzó la calle con el móvil pegado al oído.
—No me llames para decirme eso, Lafay. Podrías estar operando un cerebro. O firmando informes. O salvando niños.
—Y sin embargo, estoy pensando en ti. Qué molesto, ¿no?
Ella se detuvo en seco.
—¿Estás en el consultorio ahora?
—En mi oficina —aclaró él —Hablando contigo y con una erección discreta, por cierto.
—¡Cedric!
—¿Qué? Dijiste que fuera honesto. Tú me pones así. Aunque estés a kilómetros. Aunque sol