Al terminar una importante reunión de negocios, Noah llevó la mano dentro del bolsillo del suéter, sacó el teléfono móvil, fijó la mirada en la pantalla e hizo mala cara; luego de dudar devolvió la llamada.
—Hola Noah, creí que no podría hablar contigo, sin importar cuantas veces insistí para que dieras respuesta no lo hiciste, te llamé... Afortunadamente tuve suerte en que te dignaras a devolver la llamada —habló su padre molesto.
—Buen día señor Parker, por lo visto en esta ocasión tampoco te encuentras de buen humor, ¿a qué se debe el privilegio de que estés acudiendo a mí? —Noah recostó la espalda en la silla.
—Deja de tratarme de aquella manera indiferente y fría, soy tu padre no lo olvides; a pesar de tu molestia sé que en el fondo aún me quieres, eres todo lo que tengo... —Noah interrumpió con una risa.
—Por favor, no bromees conmigo, tienes con quien contar y claramente esa persona no soy yo; poco tiempo después de la muerte de mi madre te casaste, ¡qué cínico eres! —Noah cerró la mano con fuerza sintiendo coraje ante la manera de actuar de su padre.
—Necesito hablar contigo, necesito que dejes de lado el enojo que tienes contra mí y vengas a Nueva York, te aseguro que lo que vas a escuchar cambiará para siempre tu vida —Noah bufó.
—Mi vida cambió una vez que decidiste casarte con esa mujer, que ella apareciera luego de que mi madre murió, solo dejó claro de ella lo interesada y oportunista que es, solo se acercó a ti para quitarte todo. Tu nunca lo viste, esa mujer solo se aprovecha de ti. Y tú estás ciego por ella —habló Noah entre gruñidos.
—Hijo por favor no hagas que las cosas sean más difíciles, no me juzgues sin saber nada. Nunca engañé a tu madre —Logan aseguró—. Siempre la respeté hasta su último respiro.
—Pero te casaste con una mujer muchos años menor. Una mujer que aprovechó que mi madre ya no estaba, una persona que creyó que podría llegar a ocupar su lugar. ¿Te das cuenta de eso?
—En verdad sentía gran aprecio hacia tu madre. Emily... Bueno, ella llegó a mi vida, ella hizo que todo fuera diferente, desde el primer momento en que despertaba hasta el último segundo del día pensaba en ella, todo comenzó a girar en su entorno... Emily hizo que la muerte de tu madre fuera más llevadera. Me enamoré, así me condenes. Me enamoré como un loco de ella, fue inevitable no hacerlo, ella es la mejor mujer del mundo.
Noah se mantuvo en silencio escuchando a su padre, para él no era algo fácil de asimilar. Al final, ¿para qué hijo podría ser normal que su padre ni siquiera le guardara al menos por respeto luto a su madre?
—Pero en la vida no todo puede ser perfecto, por ello estoy acudiendo a ti de nuevo, a pesar de que dejaste claro que no querías saber nada más de mí. Tu empresa ha crecido lo suficiente para dejar claro lo eficiente que eres —Logan dijo generando un bufido en Noah.
Él había decidido alejarse por completo de su padre y de su imperio. Empezando desde cero con una empresa líder en tecnología. Su éxito había sido tal que ahora estaba a la altura de grandes empresarios del sector.
—¿Así que ahora que viste mi éxito me buscas?
—Hijo, no te busco por tu empresa, te estoy buscando por tus habilidades, por tus capacidades… porque te necesito.
—¿Acaso has estado bebiendo? —Noah interrumpió a su padre.
—Sí, así lo es —respondió Logan sintiéndose avergonzado con su hijo—. Tuve que embriagarme para tener el valor de acudir a pedir tu ayuda.
—Esto está mal, no importa lo que esté sucediendo contigo, tengo asuntos que atender, arréglatelas solo ya que tú mismo has sido quien ha escogido ese destino —respondió Noah mostrándose indiferente con su padre.
—¡Noah!, regresa a casa hijo, te necesito. Entiendo tu posición, pero si aún queda algo de cariño hacia mí estarás mañana en la mañana sentado frente a mí escuchando todo lo que tengo que decir; necesito desahogarme, no puedo más con el peso que estoy llevando sobre mis hombros.
—¡Hola cariño!, he llegado —Saludo Emily y de inmediato Logan terminó la llamada.
La relación entre Noah y su padre había terminado de la peor manera, luego de que se enterara que su padre contraería matrimonio nuevamente como si la muerte de su madre no le hubiese importado.
A pesar de todo, Noah tenía un corazón grande, uno donde no había espacio para el odio y el rencor, por ello decidió ausentarse para así darle espacio a su padre de hacer su nueva vida, sin importar que fuese con otra mujer.
Luego de haber escuchado aquellas palabras de su progenitor supo que algo no andaba bien, a pesar de todo, era su padre quien estaba acudiendo por ayuda, y por más difícil que fuese no pensaba negarse.
Noah salió de la sala de juntas, debido a la manera en que se escuchaba su padre supo que no había tiempo para perder, así que decidió ir. Pidió al conductor que lo llevara al aeropuerto, subió en el avión privado con rumbo a Nueva York.
Yendo de camino aprovecho el tiempo para hacer unos cuantos negocios desde la laptop, Noah era sagaz y muy astuto en los negocios, su padre, un crítico, un verdugo que no perdonaba ni el más mínimo error se sentía orgulloso del trabajo que solía hacer su hijo.
Unas horas más tarde, Noah descendió del avión, allí tomó un taxi con destino al apartamento donde ocasionalmente pasaba las noches cuando salía de fiesta, su madre no le agradaba verlo así, pero era eso o compartir con su padre y con esa mujer.
Antes de llegar al apartamento, decidió ir a beber algo. Lo que se vendría no sería fácil y necesitaba despejar su mente antes.
Noah al descender del taxi estiró su cuerpo, llevó la mirada a su lugar favorito donde solía pasar aquellas noches locas de trago, mujeres alocadas que solo vivían para las fiestas hasta casi el amanecer del otro día.
Con tan solo un pequeño maletín en la mano, Noah ingresó al lugar sin tomarse la molestia de hacer la fila, unos cuantos billetes hicieron la diferencia, le abrieron un espacio sin importar que el lugar se encontraba con el cupo permitido.
El recepcionista le informó que no habían mesas disponibles, a lo cual Noah no le brindó importancia, tomó asiento justo al lado de la barra, pidió un vaso con licor, el cual bebió de un solo sorbo, levantó la mano e indicó al bartender que sirviera nuevamente; ya era demasiado tarde y todos allí se estaban divirtiéndose al máximo, pero en su rostro solo había preocupación.
Sabía que su regreso no iba a causar agrado en aquella mujer que estaba comprometida con su padre, y posiblemente tendría que enfrentarse a ella.
«¿Qué está sucediendo contigo padre, y a qué se debe tanto misterio con tu llamada?», cuestionó Noah en su cabeza.