Tres semanas más tarde.
Ante las peticiones del pequeño Liam, Noah no tuvo de otra salida más que llevarlo a vivir nuevamente en la mansión, Noah le encargó a Richard que cuidara de su hijo en su ausencia, ya que él junto con el detective no descansaban ni un solo minuto durante el día y gran parte de la noche buscando a Emily.
Richard pasó de ser un prisionero al mejor tío del mundo, siempre fue una buena persona, todo hasta que William arruinó su vida de una manera drastica.
Por motivos de seguridad la policía colocó varios oficiales en la entrada principal de la mansión, Noah sospechaba que William regresaría para seguir causando daño.
En el interior de aquel pequeño departamento Emily había pasado unos de sus más horrorosos días, William obsesionado con que ella iba a escapar, no la había liberado, la acompañaba al baño sin darle un solo minuto a solas.
Preparaba la comida y se la daba solo cuando estaba fría, Emily perdió peso, con el cuerpo adolorido debido a que no podía dor