BLAIR

Como ya estaba mejor, aunque no recuperada al cien por ciento, y porque la ceremonia no era muy lejos, Dom, Ray y yo fuimos a la boda de Blake y Ryan, donde nos reencontramos con todos nuestros amigos. Sí, ya los veía como amigos.

Fui felicitada muchas veces por el embarazo y me divertí mucho. Bailé y hablé mucho, fue genial presenciar otra hermosa boda que, aunque mucho más íntima que la de Gianna y Cameron, estaba cargada de un amor similar o superior al que había visto entonces.

Ver el amor en otros era hermoso, y esta vez no me sentí nada extraña.

Volvimos a casa un par de días después, y el camino a seguir fue decidido: me mudaría a vivir con Dom, pero no a su departamento, ya que era un sitio muy pequeño para los dos, un bebé y Ray. Sí, Ray también estaba incluido. Según Dom, como el nene ya se había adueñado del cuarto de visitas de su apartamento, no sería justo para él excluirlo, y con el hecho de que el abuelo quería que él participara y se acostumbrara más a nosotros,