BLAIR
Tras la cena, el tío y su familia se fueron, y yo fui conducida al auto de Dominik en compañía de su chofer, y no tardé en darme cuenta de que no nos dirigíamos a mi casa.
—¿A dónde vamos?
—La noche es joven, ¿qué tal un paseo?
Las noches eran frescas en esta época del año, quizá hasta frías, pero decidí aceptar su ofrecimiento porque necesitaba hacerle algunas preguntas. Tenía que conocer mejor a mi nuevo novio si quería aparentar ser una buena novia, ¿verdad?
Terminamos en un paseo con vista al río, Paul se quedó en el auto, y Dominik y yo empezamos a caminar a lo largo. Por alguna razón, siendo como era siempre, me sentía un poco aprensiva ahora que estábamos a solas.
La vista alrededor era linda, acogedora si se quiere: a un lado el río, un lugar de reuniones más abajo y, luego de la carretera, mansiones de los ricos más antiguos de la ciudad, terreno que se extendía hasta más allá de los terrenos que eran propiedad de mi abuelo.
De pronto sentí que me tomaban la mano, y me