Cap. 45: La verdad.
La asistente de Logan apenas logró levantarse de su asiento.
—Señorita, disculpe, necesita anunciarse...
—No —respondió April, sin detenerse.
Sus pasos golpeaban el mármol con furia. Llevaba el celular en una mano, el rostro encendido y las lágrimas al borde del abismo. No tocó la puerta. No esperó permiso. Simplemente empujó.
Logan estaba en su escritorio, revisando documentos, ajeno al huracán que se le venía encima.
Levantó la mirada. Se congeló.
—April...
Ella no dijo nada. No lo dejó hablar. Cruzó la distancia en dos zancadas y le estampó una bofetada que resonó como un disparo en la habitación.
Él se tambaleó un poco, más por sorpresa que por el golpe. La miró, confundido.
—¿Qué demonios…?
—¡¿Fuiste tú?! —gritó ella, con los ojos brillantes de rabia—. ¡¿Fuiste tú quién filtró esta foto?!
Le lanzó el celular. Él lo atrapó a medias. Miró la pantalla. El beso. Ese beso.
—¿Qué es esto?
—¡No te hagas el inocente! ¡No te atrevas! ¡No soportas verme feliz, ¿cierto?! ¡No soportas que me