Cap. 58: La pesadilla terminó.

Marcus comandaba el operativo desde una camioneta blindada, ubicada a dos calles del lugar donde Richard había citado a Aria. Las comunicaciones estaban abiertas, cada agente tenía claro su rol. Un segundo equipo, altamente entrenado, se dirigía a una zona diferente: el verdadero escondite donde Nina estaba retenida.

—Equipo Alfa, procedan con el escaneo térmico —ordenó Marcus—. Verifiquen presencia de explosivos antes de intervenir.

Las cámaras mostraban una estructura precaria, camuflada entre edificaciones viejas. Había señales de manipulación reciente: sensores, cables, y dispositivos no identificados, pero no había presencia de explosivos.

Mientras tanto, Aria descendía del vehículo asignado, con el corazón latiendo en la garganta. Llevaba un micrófono oculto en el escote del vestido. No iba sola. Un equipo de francotiradores seguía su trayectoria desde la distancia, pero nadie intervendría... a menos que su vida corriera peligro inminente.

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