Cap. 236: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 47: ¡Solo tuya Axel!
La música sonaba alta, con guitarras y trompetas dando vida al bar más popular del pueblo. Las luces eran cálidas, bajas, y el aire olía a madera, licor dulce y perfume popular. Los mariachis tocaban con el alma, haciendo que las parejas bailaran apretadas en medio del salón.
Axel no se había quitado el sombrero de ala ancha que le vendieron esa tarde en la plaza. Era negro, elegante, y aunque no combinaba con su estilo habitual, lo llevaba con una seguridad irresistible. Aria no dejaba de reír cada vez que lo miraba. Su blusa blanca bordada realzaba su piel bronceada y su sonrisa se colaba sin permiso en cada rincón del corazón de Axel.
—Pareces un narco gringo tratando de infiltrarse en una telenovela —bromeó ella mientras lo observaba.
—Y tú pareces la protagonista que termina enamorándose del tipo equivocado —replicó él, con voz grave.
—¿Estás diciendo que tú eres el tipo equivocado?
—No, Aria. Soy el tipo que no piensa dejarte ir.
Ella parpadeó, como si