Cap. 198: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 9: ¡Por favor no le diga que estoy aquí!
Al día siguiente. La puerta de cristal se abrió con un suave clic, y el aire del despacho se llenó con un perfume masculino caro, profundo, inconfundiblemente europeo.
—Señor Montgomery, tiene una visita —avisó la asistente con expresión confundida—. Dice que no tiene cita, pero…
—¿Quién es? —preguntó arqueando una ceja.
—Un hombre muy elegante, dice que es el duque de…
—Déjalo pasar —ordenó Axel, sin levantar la vista de su computadora.
Los pasos eran firmes, meticulosamente marcados. Al alzar la mirada, Axel se encontró con la figura impecable de Renzo Casiraghi cruzando la puerta, vestido como quien no necesita demostrar su linaje: traje gris perla perfectamente cortado, reloj de colección, actitud de nobleza innata.
En sus manos, una caja de madera oscura, envuelta con una cinta negra satinada.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Axel, sin ocultar su incomodidad.
—No vengo a pelear —respondió Renzo, acercándose con calma—. Solo a entregarte e