Cap. 173: Una noche con el jefe. Un bebé inesperado.
Cap. 13: Moviendo piezas para descubrir la verdad.
Marie abrió la puerta de su apartamento con el mayor sigilo posible. Iba descalza, con los zapatos en una mano. No quería hacer ruido. Eran casi las siete de la mañana.
Avanzó de puntillas por el pasillo, tratando de llegar a su cuarto sin despertar a su madre… pero no alcanzó ni a llegar al sofá.
—No te asustes —dijo una voz desde la cocina—. Ya puse agua para el té.
Marie se quedó congelada en el acto, con el corazón en la garganta.
Emma apareció en la entrada de la cocina con bata de dormir, el cabello recogido y una sonrisa entre cómplice y severa.
—Mamá… —musitó Marie, algo avergonzada—. Lo siento. No quería despertarte.
Emma cruzó los brazos con elegancia, como si fuera a interrogarla en la corte.
—No dormiste aquí. Lo noté desde anoche, cuando no escuché tus pasos, ni la llave en la puerta. ¿Puedo saber… qué ocurrió?
Marie soltó una risita nerviosa, se acercó y se dejó caer sobre el sofá. Los ojos le brillaban, el rostro le ar