Y eso no era una advertencia, era una amenaza clara y concisa. Christopher sabía que Alisson no iba a perdonar una falla más. ¿Y como? Sí todo lo que había pasado en el pasado era imperdonable. Sin embargo, ella lo había perdonado por amor. Alisson también le había dicho que estarían en casas separadas. ¡Que él debía estar divorciado para que ella pudiera vivir con él de nuevo! Y, que no pretendiera que saliera un te amo de sus labios. No aún.

Después de que salieron del zoológico, Christopher dejó a los trillizos con su madre en la mansión Miller y se llevó con él a Mateo. Le dolió en el alma tener que separar a los niños, ya que desde que Mateo había comenzado a compartir con ellos y Alisson hablaba más, sonreía más y no era tan distante como antes, pero había cosas que no estaban en sus manos y lo único que le quedaba era esperar a que saliera el maldito divorcio.

A la mañana siguiente, se despertó muy temprano y salió rumbo a la empresa. Tenía un montón de trabajos atrasados, doc