Dicen que la venganza es un plato que se come frío y Leonidas Cavani lo sabe, el atractivo empresario ha esperado el momento ideal para cobrar la deuda del pasado que tiene con su familia y es la traición de su hermano, lo que le da la oportunidad perfecta, esto lo lleva a unirse a la hermosa Luciana, la ex novia de Mario. Ambos bajo un contrato sin amor tienen un matrimonio que será una lección para sus enemigos y ellos mismos, pues el fuego de la pasión amenaza con jugar un papel importante cediendo al deseo de pertenencia o la separación absoluta. .
Leer más—¡Basta Leonidas! ¡Deja a tu hermano!, eres un salvaje… ¿Cómo es posible que lastimes a Mario de esa manera?, ¡Dios mío solo por dinero!.
—¿Solo por dinero?. No mamá, no es solo por dinero, es mi imagen, es el proyecto en el que yo me esforcé, el que me costó hasta la felicidad al lado de la mujer que amaba, sacrifique mucho por ser un digno representante de esta familia, el proyecto es mío y él me lo está quitando, soy un fracaso ante los ojos de todo el mundo. ¡Por su culpa!. No puedo creer que le crean todo tan fácil. —Mario ha presentado el proyecto— sigue mamá— no siempre puedes ser el mejor hijo, la soberbia está acabando con tu vida. —Ahora entiendo porque Raquel te dejo, eres prepotente, egoísta y desalmado, pero yo— me mira y se limpia la boca— te perdono hermano— quiero vomitar al verlo y escucharlo— tú sabes que fui yo quien ha realizado el proyecto que salva de la ruina a nuestra familia, no puedo creer que quieras robar lo que es mío. —Y yo no puedo creer la clase de porquería que eres. Nunca ha sido un buen hermano pero esto sobrepasó los límites de cualquier situación, el corazón me late con fuerza, la cara me quema y la cabeza me va a explotar, no pienso en nada, no puedo razonar y solo me voy encima del infeliz con quién me da asco saber que comparto sangre. Mis puños se estrellan en su cara sin mesura, mamá súplica que me calme y mi padre dice que estoy actuando como lo que ahora me he convertido gracias a él, la vergüenza de la familia y no hay nada que duela más que eso o quizá sí. Puedo sentir como la ira crece en mi ser y como los de seguridad me sostienen para dejar de golpear a la basura de Mario, mi hermano menor, el que siempre me ha envidiado, el que me acaba de robar el proyecto más importante de mi vida, el proyecto por el que Raquel rompió nuestro compromiso, le dedique mi alma a ese negocio y ahora este infeliz pone su nombre, me lo roba, todos me acusan de lo que él realmente ha hecho, he sido echado de la empresa de mi familia, la misma que se ha dejado engañar y si, quizá para muchos soy un hombre ambicioso, sin embargo, yo, me veo como un visionario, uno al que todos los que realmente me importan me están dando la espalda por culpa de ese traidor que tiene la cara hinchada pero aún así puedo ver cómo sonríe mientras ante los demás, es una víctima. —Mis hijos enfrentados— a papá le falta el aire— mi primogénito— se toma el brazo— mi orgullo— dice pero eso es mentira, si fuese así me creería— sin embargo, vienes aquí, le robas a tu hermano y casi lo matas a golpes. —¡El proyecto es mío!— gritó furioso pero se que nadie me va a creer— el ladrón es él— lo señaló, no miento pero todo me acusa— ¿Papá?. El pulso se me detiene y es como si no tuviera sangre en el cuerpo, mi estómago da un vuelco doloroso y la angustia hace que todos nos desesperemos por igual, los ojos se me llenan de lágrimas así como el pecho de tristeza, el hombre que más he amado y respetado en mi vida, Camilo Cavani se ha desplomado cayendo en uno de los sillones de la sala de juntas, esto se ha vuelto un espectáculo bochornoso con el peor de los resultados, los presentes miran, mamá llora y grita el nombre de mi padre, el que luce pálido mientras toman su pulso. —Está muerto. Escucho pero no quiero creer, no puedo creerlo, hace unos días estábamos hablando, le conté la profunda tristeza que sentía por mi relación fallida más no iba a dejarme caer porque había tomado la decisión de crear el negocio de mi vida para salvar su empresa, él me decía que por ser su primer hijo y su orgullo yo sería su sucesor, mencionó el día que tomara el poder sería después de su muerte y le suplique que no diga eso, 30 años admirando al hombre que me dió la vida, mi padre, el que ahora luce inerte y mi madre suplicando que no la deje sola. —No puede ser, ¡Dios mío Camilo!— intentan tomarla pero está eufórica— el amor de mi vida— solloza y se me caen las lágrimas— el padre de mis hijos. Sus ojos van hacia los dos y nos ve con rabia, Mario está con las manos en la cara llorando mientras que yo siento un vacío en el pecho, mi cuerpo tiembla y quiero acercarme a mi papá pero no me dejan. —¡Es tu culpa!— me señala Mario— eres un maldito que arrasa con todo lo que está a su alrededor, desde pequeños siempre fue así, papá te adoraba, eras su favorito— me zumban los oídos— sin embargo, tu necesidad de poder y ser el mejor lo destroza todo— está llorando y todos me miran mal— ¡Tú mataste a mi papá!. Su dedo, su tono y todo lo que hace me acusa pero no tengo la culpa, solo quiero acercarme y abrazar a mi padre pero no me deja, me pone histérico, yo tengo todo el derecho, gritó y peleó por eso pero es mi madre quien entre lágrimas me suplica que me detenga. —Es mi papá— siento mis lágrimas correr— por favor. —Es lo mismo que te pedí para que te calmes— sus ojos azules me acusan y me siento helado— tu soberbia mato a tu padre— no lo puedo creer— ¡Vete Leonidas!. —Mamá— me tiemblan los labios— yo nunca… —Espero que un día encuentres la paz que la ambición te ha quitado, porque yo nunca podré recuperar al amor de mi vida. —¡Vete!— me empuja con lágrimas en los ojos— me duele tanto ver qué el poder te robó el alma y quizá nunca la vuelvas a tener hijo.LUCIANA—¡Dios mío, Andrea, ven aquí!. ¡Andrea Cavanni Moreno eres un torbellino!. —Y aún así algo me dice que a usted le encanta. —No podría ser más feliz. —Abuela aquí está la nena, ella es todo un torbellino como tú dices. —En cambio tu, eres todo un jovencito tan educado. Parece que la vaca no se acuerda cuando fue ternera pero aquí estamos, viviendo la mejor vida que nunca me podría imaginar, siendo increíble cada día al darme cuenta de cómo han cambiado las cosas y es que después de que la bomba sobre el origen de Mario salió a la luz todo cambió. La empresa cerró, el imperio egoísta de Vicente se fue con él 6 meses después de que falleció de un ataque al corazón, un duro golpe para mí marido pero nada que juntos no podamos superar, hoy en día la casa de bolsa que Leónidas ha creado lleva sus iniciales y asociados, dónde Juan Pablo sigue siendo su mano derecho y socio de confianza, Juan Pablo que ha demostrado el verdadero valor de la lealtad y la amistad igual que mi amig
LEÓNIDAS —No lo puedo creer, ¿Mario no es hijo de tus padres?. —¿El niño no es tu hijo?. —¿Tu mamá no estaba robando?. —¡Ya cállense que me duele la cabeza!. Explotó contra Bianca y Juan Pablo pero es que realmente sus preguntas me aturden porque no dejan de llegar una tras otra, la cabeza me duele y me encuentro desesperado intentando procesar que parte de mi vida ha sido una gran mentira, que si no hubiese sido porque Santiago me enseñó a querer a un niño, quizá hubiese aceptado a Matías como mío sin decir una sola palabra pero no podía, algo en mí me decía que todo estaba muy mal y por eso tomé uno de sus mechones y la mandé a analizar de inmediato, no sentí decepción por el contrario fue alivio de no tener que compartir mi tiempo con alguien que no sea de mi familia, pero jamás imaginé que una mentira pudiera destapar tantas. Toda la vida, en una guerra contra el hombre que pensé y muchas veces me sentí culpable de no querer porque supuestamente era mi hermano, ese pensamien
LUCIANA —¿Qué hace está mujer aquí?. —Ya me escucho señora, he venido a apoyar al hombre que amo. Y aunque deba manejar el asco de sentir la mano de Mario en mi cintura, lo tolero porque se el esfuerzo sobrehumano que está haciendo mi marido por contenerse y yo también, pues no soporto que esa mujer esté a su lado, sintiéndose la dueña de él cuando su única mujer soy yo. Mario es el único que sonríe y le sigo el juego, las caras largas que hay ante mi presencia no me sorprenden, pero si me es decepcionante ver qué Don Vicente no es el hombre bueno que yo creía y no por no querer que Santiago tenga su apellido, si no porque se le olvida que sacrifique mi paz y mi matrimonio por cuidar su salud, sin embargo, me queda claro que en este nido de víboras solo gana el más fuerte y Leónidas lo es, por eso estoy aquí. Mi adorable suegra pone el grito en el cielo y ordena que me saquen, sin embargo, Mario la manda a callar mientras Vicente pregunta que sucede y lo explicó con simpleza. —U
MARIO—Después de esto, tú y yo tenemos que hablar.Escucho a mamá y no se que diablos quiere ni porque está con esa cara de pocos amigos cuando debería estar agradecida conmigo y feliz porque finalmente Luciana se ha ido de esta casa con todo y paquete, sin embargo, no me pienso quedar a preguntar que aqueja a la señora Cavani. Ahora mismo me enfoco en la felicidad del abuelo que no deja de jugar y hablar con el niño de cabello negro al que en mucho tiempo me detengo a mirar, afortunadamente se parece a su madre y no a mí, cuando le dije a Raquel que Leónidas la había engañado la vi llorar y suplicar que sea mentira, para ese tiempo, ella y el ya tenían serios problemas por la frialdad del imbécil de mi hermano así que por venganza, por rabia, para tener todo lo que el tenía, aproveche su borrachera, no la viole así que no se puede hacer la víctima.Raquel no estaba en sus cinco sentidos pero sabía lo que hacía, odiaba que me llame Leónidas pero una mujer bella no se desperdicia así
LEÓNIDAS —¿Dónde está mi amor, dónde están?. ¿Es el karma por ser un hombre que no sabe del perdón y vive de la venganza?, me preguntó en la soledad del auto y las calles en las que he dado mil vueltas pero nada, ni la vecindad, ni alrededores, ni en la oficina, ni siquiera en la casa de Rita que ahora se fue despedida por mi mamá pues no toleraba que le sirva a mi mujer con tanto cariño y respeto. Me siento perdido como jamás me ha sucedido, hace unas horas todo era perfección y felicidad, ahora, mi vida se ha vuelto más sombría y miserable que antes, Luciana no contesta, grite a Santiago, empuje al otro niño y me maldigo por todo lo que pasa y es que cómo diablos se supone que voy a esperar que después de tantos años, algo así me pase, ahora, justo ahora que no necesito un apellido cuando mi proyecto más importante son ellos, las personas que más quiero y no están, por más que busco no están. —Joder hasta que te encuentro— casi choco cuando veo el auto de Juan Pablo, mi amigo y
MARIO—¡Ya basta!, no fue mi intención maltratar a este niño, yo solo quería… —Querías deshacerte de tu hijo tal como lo hiciste con Raquel, no puedo entender cómo es que eres tan ciego y te crees mejor que yo cuando en realidad eres una basura. Y un completo imbécil, me rio de su desgracias mientras otra vez disfruto de ser un ganador porque soy yo y solo yo quien merece triunfar, porque mi hermano me puede haber ganado algunas batallas pero yo he ganado la guerra y para muestra el infierno de dudas que se ha desatado en este lugar. Su llegada no puede haber salido mejor de lo que esperaba, viniendo con mi Luciana de la mano, llamando hijo a ese bastardo malcriado que se sintió mucho porque le regalaron el apellido que le pertenece solo a mi familia. Soy un genio y ni la experiencia de ese estúpido ha podido conmigo y es que era obvio, mi abuelo podrá adorarlo pero su verdadero amor lo tiene su apellido, su descendencia de la que vive orgulloso, los Cavani que solo engendran varon
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