Capítulo veintiuno. Invitación
Sienna sonrió al escuchar las palabras de Hasan y cualquier duda que aún tuviera en el fondo de su corazón, quedó disipado por completo ante aquella declaración.
Hasan cerró la puerta y se giró para encontrarse con Sienna y una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.
—¿Estabas espiándome? —preguntó él acercándose a ella.
Ella negó.
—No podía seguir en la cama si tú no estás en ella —respondió lanzándose a los brazos de Hasan.
—Me encantaría pasar el día contigo, pero del deber me llama, además, tendrás que salir de compras.
—¿Compras?
—Jahir nos ha invitado a su boda y no podemos faltar, sería descortés de nuestra parte y menos cuando el señor Ayad también nos ha extendido una cordial invitación —comentó.
Sienna no creía que fuera cordial, seguramente el señor Ayad Ali quería insistir a Hasan para aceptar el contrato y a una de sus hijas como esposa. Los celos nacieron en el corazón de Sienna como veneno y no le gustó para nada el sentimiento.
—¿Qué piensas? —preguntó Hasan al verla ca