Capítulo veintisiete. Entre la espada y la pared
Farid se puso de pie y cambió su semblante a uno serio.
—¿Qué hombre pensaste que era? —cuestionó mirando a Callie detenidamente.
—No quiero hablar contigo.
—Te guste o no, tendrás que hacerlo.
—¡No puedes obligarme a hacer algo que no quiero! ¡No hablaré con un hombre que solo me ha usado para sus propios planes! —gritó Callie perdiendo la paciencia.
Farid se apartó de la cama y la joven salió de tras de él, teniendo una ligera esperanza en el corazón, deseando que todo fueran ideas suyas, pero él se mantuvo callado, cosa que desesperó a Callie.
—Niégalo, Farid. Dime que no te acercaste a mí sabiendo que era la amiga de Sienna y que no me hiciste todas esas preguntas para saber de ella y las condiciones de su matrimonio —pidió.
Farid se alejó otro paso de ella, pues desde el momento que ambos subieron al avión había sabido quien era Callie Costner y cuál era su motivo de viaje a Los Emiratos, incluso había despedido al capitán de su avión privado para volver en un vuelo comercial.
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