Cap. 83: Epílogo: Parte 3
Las contracciones regresaron con fuerza, y Stella apretó nuevamente la mano de Mike.
—¡Mike, juro que no me vuelves a tocar nunca más! —gritó mientras otra ola de dolor la hacía retorcerse.
—Amor, concéntrate… —intentó decir Mike, ganándose otro grito en respuesta.
—¡Cállate, Mike!
Con un último esfuerzo, Stella empujó mientras la sala volvía a llenarse de emoción.
—¡Es una niña! —anunció el médico, levantando a la pequeña.
El segundo llanto resonó en la sala, y Stella, agotada pero inundada de amor, soltó un suspiro al sentir el peso de su hija sobre su pecho.
—Mira… —susurró Mike, con lágrimas en los ojos—. Es igual a ti.
La niña tenía el cabello castaño claro y los mismos ojos azules que su hermano, pero su rostro pequeño y delicado era el reflejo de Stella.
—Hola, mi princesa… —susurró Stella, su voz apenas audible mientras los observaba a ambos.
Mike no pudo contenerse más. Se inclinó hacia ella, dejando un beso en sus labios.
—Te amo tanto, Stella. Gracias… por ellos, por todo.