Cap. 33: Una nueva Stella.
Instantes después, Mike, ya cambiado, perfumado y listo, bajó al comedor mientras una ligera fragancia de colonia llenaba el aire. Su porte relajado y su sonrisa tranquila reflejaban la satisfacción de una mañana que había cambiado todo. Mientras esperaba, se preguntaba cuánto tardaría Stella en bajar, hasta que escuchó unos pasos suaves detrás de él.
Al volverse, sus ojos se abrieron con sorpresa y admiración. Ahí estaba Stella, vestida de una manera completamente distinta a como solía verla. Llevaba una camisa blanca bien planchada, con un corte elegante pero sencillo, metida dentro de unos pantalones blancos que le quedaban a la perfección, resaltando su figura sin exageraciones. Era una prenda que casi nunca usaba, recordando siempre las palabras de su madre de que “las mujeres no deberían usar prendas de hombre”. Pero hoy, Stella irradiaba confianza y naturalidad.
Su cabello castaño caía en una trenza relajada sobre un hombro, y sus ojos cafés, detrás de unos lentes de estilo mod