La esposa de la mafia
La esposa de la mafia
Por: RZ
Capítulo 1

La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás (Tales de Mileto)

Alexei muy a su pesar tenía que admitir una cosa: Odiaba las manchas de sangre.

No es que sea asqueroso, incómodo ni nada por el estilo, prácticamente todo eso era la comida del día a día, sin embargo, desde pequeño su madre le había enseñado modales perfectos como también su padre disciplina y por lo que más lo castigaban era por las manchas. Su ropa siempre tendría que estar limpia, ordenada y de buen ver, por lo que esa maña o toc como solían decirle en la Bratva, lo arrastró consigo hasta convertirlo en un hábito.

Eso sin contar con el hecho de que por algún extraño motivo su nariz es mucho más sensible que cualquier otro y por más que haya un leve aroma a hierro en el ambiente, él lo podía sentir hasta en los huesos, razón de más para que sus subordinados mantengan impoluto todos los lugares a los que iban.

Sin perder más tiempo, disparó el arma al ya muy moribundo hombre en el piso, ya no le servía, ya no daba información relevante y aunque rogó por su familia por su esposa e hijos nadie en la sala parpadeó, los inútiles y los traidores no son bienvenidos en su organización, desafortunadamente para el muerto, tenía ambas características.

Antes de que pueda tomar su siguiente respiración, uno de sus hombres ya tenía unos guantes nuevos para él, por lo que quitándose los sucios, hizo un gesto desinteresado con la mano para que se lleven al fallecido fuera de su vista.

No le gustaba la sangre ni los cadáveres siendo líder de Bratva. Irónico ¿Cierto?

Mentira, sí le gusta la sangre, verla correr rápidamente por un piso limpio haciendo que cualquier escenario se vuelva lúgubre. Que maravilla.

Tarareó una melodía pegajosa que escuchó por ahí y barajó en su mente su siguiente movimiento.

—Эрик{Erick}—llamó y estuvo a su lado en un instante—. Позаботьтесь о его жене и детях. Я не хочу никаких свободных концов{Encárgate de su mujer y de sus hijos. No quiero ningún cabo suelto}

Erick sin mediar palabra hizo un asentimiento de cabeza y desapareció tras los pasillos.

—Я... Я много трупов перевидал, сэр{Yo... he visto muchos cadáveres, señor}—Encendió un cigarrillo que le hizo cosquillas la nariz, sin mirar al nuevo subordinado que se acercó a su lado.

—Это очаровательно расплывчато, но вы ничего мне не говорите {Es encantadoramente vago, pero no me dices nada.}

Palmeó la cara del hombre y lo sintió temblar bajo su toque. Sonrió con el cigarrillo entre los dientes, pero a decir verdad fue más mostrar dientes que una sonrisa real.

Todos bajo su mando sabían que si lo cabreaban, no dudaría un solo segundo en poner una bala entre ceja y ceja.

—Кажется, у нас нет боевых уставов, сэр{Parece que no tenemos manuales de combate, señor}

Exhaló lentamente el humo directamente a la cara del moreno.

—Это та часть, где ты рассказываешь мне хорошие новости до того, как я вонжу нож тебе в грудь {Esta es la parte en la que me dices las buenas noticias antes de clavar el cuchillo en tu pecho}

Con la cara pálida, se sacudió bruscamente y bajó la cabeza, no dudando de que el líder no estaba haciendo ninguna broma al respecto.

—Это последний человек, связанный с предательской крысой, и поэтому у нас закончились зацепки…{Esta es la última persona conectada con la rata traicionera, así que nos hemos quedado sin pistas…}

Sacó el cuchillo de su cintura.

—¡Но это еще не все!{¡Pero eso no es todo!}

Esperó pacientemente a que siguiera.

El hombre frente a Alexei miró de reojo a su último subordinado quien estaba sentado en una caja al fondo del lugar rodeado de sus otros hombres. Maverick.

Ese tipo está más loco que el mismísimo Alexei, y lo sabe porque fue él quien lo reclutó por años para que pueda ser un miembro fiel a la Bratva.

Maverick sonrió con esos extraños dientes modificados, pareciendo más animal que humano.

Se encogió de hombros internamente. No le importaba en lo más mínimo su apariencia, siempre y cuando siga sin morder la mano de quien lo alimenta.

Regresó su atención justa para ver como el color regresaba al rostro del novato.

Interesante.

—Мы получили информацию из надежного источника, что крот встретится с противником в течение часа, чтобы доложить о наших достижениях на территориях{Hemos recibido noticias de una fuente confiable de que el topo se reunirá con el enemigo dentro de una hora para informar sobre nuestro progreso en los territorios}

Ladró órdenes a diestra y siniestra.

Hoy atraparían al maldito que se atrevió a meterse con él y su organización. Le mostrará porque nadie quiere ser un espía dentro de Bratva y porque lo llaman el Rey de la muerte.

(...)

Ya en la camioneta SUV blindada, Maverick se sentó a su lado. Era el único que lo trataba más o menos sin miedo y lo suficientemente capaz de hacerle bromas sin temer morir a los pocos segundos.

Todavía le causaba algo de incomodidad el hecho de que eran tan parecidos que con un poco de maquillaje y cambio de estilo, podría hacerse pasar por el mismísimo Alexei.

Por lo que grande fue su sorpresa al hacerse pruebas de ADN que solo arrojaron que probablemente en algún punto de su árbol genealógico compartieron familia, pero estaban tan alejados que ni la ciencia ni la ley consideraba que eran familia.

Que se hayan encontrado y que todo el tiempo las personas alrededor dijeran que eran hermanos, era solo una antipática broma del destino.

—Сэр, у вас запланирована встреча на месяц через два часа.{Señor, tiene una reunión programada desde hace un mes para dentro de dos horas}

—Ублюдки Имхр?{¿Los bastardos Imhr?}—se acomodó el guante derecho, el tejido se sentía más incómodo que el de la izquierda.

Maverick negó con la cabeza.

—с Корлеоне{Con Corleone}

Alexei parpadeo una vez. ¿De dónde le sonaba ese apellido? ¿Lo había escuchado en…?

Ah cierto, el imbécil que le debe una fortuna a la organización y que vendió a su propia hija única como parte de pago.

—Отменить. у меня есть дела поважнее{Cancélala. Tengo cosas más importantes que hacer.}

Aunque sabía que los demás líderes de Bratva tenían un grado de interés preocupante por la joven mujer no era momento de pensar en matrimonio. Y sí, porque los que conforman el consejo no quieren a la mujer para sí mismos, sino para él, con la absurda idea del matrimonio, según ellos, Bratva será mucho más sólida con un heredero formado en la cuna de la mafia como fue él mismo, impidiendo que los demás ataquen por un buen tiempo.

No hay peor pecado que atentar contra la vida de la esposa de un mafioso o atentar contra su heredero. La mafia también tiene mandamientos que no pueden ser rotos a menos que quieras que organizaciones amigas o enemigas se junten para cazarte y torturarte por años por siquiera pensar en eso.

Le recorrió un escalofrío. A sus treinta y tres años ¿Qué querría él de una infanta de apenas veinte años?

—Я просто пришел напомнить вам, что совет был тем, кто продиктовал эту встречу, он уже трижды откладывался, если снова не получится…{Solo vengo a recordarle que el consejo fue quien dictó esta reunión, ya ha pospuesto tres veces, si falta de nuevo…}—Maverick fue apagando su voz a medida que el líder ruso lo miraba con fastidio. Se aclaró la garganta y sonrió con un falso aire de inocencia—. Как я уже говорил, я уже звоню, чтобы отменить все встречи на сегодня.{Como estaba diciendo, ya estoy llamando para cancelar cualquier reunión de hoy.}

No quería desconcentrarse en su tarea de atrapar al topo que está filtrando información confidencial a los bandos enemigos, haciendo que sus esfuerzos por ampliar su territorio sean ineficientes, ya que todo lo que hacían, el bando enemigo ya lo tenía cubierto, y tampoco quería reunirse con el padre de la joven porque probablemente pronto tendría una bala incrustada en el cráneo.

Que haya vendido a su hija no le aseguraba en lo más mínimo su vida resuelta y si no moría a manos de Alexei por el pago, moriría a manos de cualquiera de sus chicos.

Cierta pesadez subió por sus hombros hasta posarse en su cuello y espalda, hacía días que no dormía por el trabajo de la organización, y sospechaba que el entumecimiento de su cuerpo se debía a que no descansaba lo suficiente, por lo que se acomodó en el asiento y pidió que lo despertaran quince minutos más tarde.

Quince minutos de sueño serán suficientes.

(...)

Mientras vaga pensativa por las calles de la ciudad, maldiciendo la vida, una pregunta asoma una y otra vez dentro de su cabeza: ¿por qué?

Esa misma noche tiene que encontrarse con su supuesto prometido, un millonario único y un fanfarrón absoluto, que pospuso su encuentro más de tres veces.

Aunque ella no lo sabía, Adara confirmó que era una persona grosera y no quería verse involucrada en tan mal comportamiento.

¿Qué se creía?

Probablemente su padre ya estaba mandando a personas tras de ella si es que se dio cuenta de que escapó por la ventana del baño y bajó del segundo piso por la enredadera. Se salvó de romperse el cuello de puro milagro.

Todavía no tenía un plan bien establecido, tomó una mochila cualquiera que encontró, metió algunas prendas, ahorros y se mandó a volar.

Quizás lo mejor sería ir a la estación de buses y probar con mudarse de ciudad, antes de que su padre la encontrase. No sería mala idea.

No estaba dispuesta a esperar pacientemente como una doncella en peligro a que la vendan como un jodido florero.

Pateando una piedra miró el cielo estrellado. ¿Tal vez su padre cambió de opinión? ¿Tal vez pueda convencerlo de que ella puede trabajar para pagar la exorbitante suma? ¿En vez de obligarla a casarse con un viejo millonario?

Un estruendo hizo que se detuviera a mitad de un callejón demasiado oscuro como para que no le dieran escalofríos.

—¿Hola?

Avanzó un paso, tanteando ir hacia el interior. ¿Quizás es un gato callejero?

El corazón le latía contra las costillas mientras observaba cómo la oscuridad parecía extenderse más allá de lo imaginado.

Era un espectáculo lamentable, seguramente era solo una rata entre la basura, pero ese pensamiento cambió en cuanto escuchó un débil pero claro gemido de dolor.

¡Alguien está en peligro!

Sin realmente pensar, sujetó una piedra considerable contra su pecho y corrió hacia el callejón. La adrenalina le corría por las venas, sin embargo lo que encontró la hizo soltar la piedra.

Un hombre, muy malherido yacía en un charco de sangre bajo unos botes de basura volcados.

Se arrodilló a su lado y tanteó sus bolsillos en busca de un identificador. No encontró absolutamente nada y antes de pensar que era un indigente se fijó en su ropa. No, no lo era. Traía al menos unos 500 dólares entre ropa y zapatos.

¿Por qué estaba así de mal si es que no le robaron nada?

La cara la tenía destrozada, la sangre salía a borbotones en todas partes y respirando superficialmente.

—Dios mío, quien sea que te haya hecho esto fue más que un animal.

Sacó su celular y marcó a emergencias.

—No te preocupes, voy a llamar a la ambulancia.

Aún ante los intentos inútiles del casi inconsciente hombre, terminó la llamada sin contratiempos, indicando que es una extraña que lo encontró así y la dirección.

El hombre intentó hablar, Adara negó con la cabeza cada vez más preocupada.

—No hables, la ambulancia ya viene en un minuto, te llevarán al hospital y cuando te recuperes darás testimonio de la brutal paliza que te dieron—palmeo su mano en gesto tranquilizador—. No te preocupes, la policía se hará cargo de los maleantes que te hicieron esto.

El hombre tosió lo que parecía sospechosamente una risa ronca, pero con espasmos de dolor sacó una pequeña cadena muy fina y al parecer costosa, ya que la envolvió alrededor de la palma de la mujer, obligándola a cerrar el puño.

—P-P-Por favor…—Adara tuvo que acercarse a su boca para escucharlo balbucear—. G-g—tosió—. Guárdalo… Es imp-p-porta…

La ambulancia se escuchó muy cerca y en unos segundos ya estuvieron bajando con una camilla y unos enfermeros frenéticos.

Explicó entre gritos y prisa como lo encontró y en menos de un minuto la ambulancia ya estaba en marcha, con el hombre dentro, dejándola en shock y con la adrenalina aún bombeando en sus venas.

¿Qué carajo acaba de pasar?

Miró la cadena delicada entre sus dedos, un tulipán, la pequeña figura es un tulipán, era demasiado fina como para tenerla entre sus manos sin tener miedo a romperla por lo que atesorando el regalo que le dio el extraño, lo puso en su cuello y lo escondió bajo su escote.

Obligándose a despertar de ese shock dio un paso hacia la salida de ese callejón, decidida a no dejar que los hombres de su padre la encuentren.

Dos pasos después, unas camionetas negras con vidrios polarizados se estacionaron con un deslizamiento de ruedas brusco, rodeándola por completo, impidiendo que dé un paso más sin chocar contra la nariz de las camionetas.

Tembló de miedo. ¿Qué más puede pasar ahora?

Ese pensamiento fue interrumpido cuando de una de las camionetas bajó un hombre extremadamente grande y alto, piel tan blanca como la leche, tan atractivo que le hizo temblar las piernas, vestido elegantemente como un ejecutivo de alto rango.

Hubiera saltado para recibirlo con los brazos abiertos de no ser por la pistola que terriblemente el hombre estaba apuntando a su corazón.

M****a.

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