Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos (El curioso caso de Benjamin Button, F. Scott Fitzgerald)

Maverick pensó que de tan apretada que tenía la mandíbula, pensó que sus dientes comenzaron a chirriar.

No fue solo idea suya, fue idea de todos los guardaespaldas que se comprometieron a dar la vida por la jefa, todos se dieron cuenta de que la señora no tendría reparos en meterse de lleno en su papel y trabajo sin importarle su propia salud, por lo que ellos tuvieron que tener una reunión privada de urgencia y hablar al respecto. Al final sobornar al médico mediante dinero y amenazas fue la única solución para que la jefa se diera más tiempo para su recuperación.

Nikolay giró sobre su propio eje y saludó a Maverick, que seguía en silencio.

—Entonces me iré primero. Tengo algunas cosas que hacer antes de volver.

Saludo a la criada que pasaba a paso apresurado y salió de la mansión con paso ligero.

Cuando se quedó solo, Maverick miró la puerta doble con