Capítulo 131. Entre el amor y la moral.
Fazio.
Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, Sevilla, Andalucía, España, 2024.
-” Tengo que irme, señora De Falco, volveré a recogerte, has que una enfermera te cure esos cortes, y Bruno asegúrate que un ginecólogo la revise para ver si nuestro hijo está bien. Espérame a que llegue, ¿Vale? ...”- mis palabras murieron en mis labios, cuando la vi alejarse de mí, al tratar de tocar, cariñosamente, su cara.
No fue exactamente su gesto lo que me paralizó, y lo que me hizo sentir un terror que me agarrotó mis cuerdas vocales, fue su mirada, una mirada de incomprensión, de alejamiento, y creo que hasta de miedo, como si yo fuera un maldito desconocido, no el hombre que la amaba más que a sí mismo.
Sabía que no debía dejarla sola, que debía hablar con ella, pero no pude quedarme, el terror a perderla me hacía enfurecer, y sentí que si no salía de allí, perdería el control, y entonces si era seguro, que ella, me temería de verdad, y todo mi mundo, ya no tendría una razón para