Por Alice
Cerré la puerta detrás de mí, aun temblando por ese beso que me llevaba al cielo y me devoraba las entrañas.
Estaba aturdida.
No, no creía en él, sabía de todas sus mentiras. él utilizaba a las mujeres y les hacía creer que eran únicas.
Lo hizo con ella.
Alice no entendía como su esposa soportaba tanto.
El dinero para ellos lo es todo.
Quise dar otro paso hacia la sala, cuando Andrés me agarró fuertemente del brazo.
- ¡Tirá esas flores!
Me exigió.
-No las puedo tirar, todos van a preguntar.
-No debés aceptar regalos de ese hombre, no te lo permito.
-No acepté el regalo que representaba un valor importante, real.
- ¿De qué hablás?
Preguntó, apretando aún más mi brazo.
-Me estás lastimando.
- ¡Contestame!
Mirta apareció frente a nosotros y miró fijamente el agarre de Andrés.
Él me soltó de mala ganas.
Yo estaba temblando, pero ya no lo hacía por el beso.
La actitud de Andrés me alarmó.
Me apretó demasiado fuerte el brazo, tanto, que estoy segura de que mañana tendría un moretó