Por Alberto
Yo jugaba a ser el novio perfecto, sin embargo, cuando iba a Mendoza, tenía mi familia, mi esposa y mi hijo…
Cada vez estaba más lejos de mi pobre niño, también es verdad que cada día dudaba más que fuera mío.
La relación con mi mujer era distante, pero cuando le pedía el divorcio ella trataba de complacerme en el único lugar que nunca quiso hacerlo... sí, en la cama.
Vivián me buscó unas cuantas veces, y lo hacíamos siempre con protección.
Aunque teníamos a veces, yo dudaba de cada uno de sus movimientos, era una mujer calculadora.
Sentía que engañaba a Alice, pero Vivián era mi esposa, y por más que quisiera separarme, estar tres semanas sin sexo no era lo mío, a veces estaba un poco más en Mendoza.
Yo creo que todo era manipulado por Vivián porque sabía que estaba haciendo negocios por fuera de nuestro matrimonio.
Y lo de la cama y como me buscaba últimamente, creo que era para disimular que tenía un amante, no estoy seguro, pero raras veces me equivoco con esas cosas