Por Alice.
Desde el día en que me cortó apresuradamente, no me volvió a llamar, yo no quiero llamarlo, él nunca me pidió que lo llame y no sé porque tengo miedo de hacerlo.
Muero de ganas por escuchar su voz y de verlo.
Pero es un tipo raro, a veces parece el más enamorado, aunque nunca me habló de amor.
Pero cuando está en Mendoza, es mucho más distante.
La última vez no fue así, parecía caliente, excitado y cuando estábamos en medio de esa conversación tan candente, me cortó de golpe.
Me dijo que había entrado un cliente.
Me da miedo como va esta relación, aunque sé que cuando él regrese, se me pasa todo y caigo rendida a sus pies.
Tengo ganas de llamarlo al celular, los teléfonos de la oficina que tiene allá, no los tengo.
Tampoco los de su oficina de Buenos Aires.
Tampoco el teléfono de su casa.
¿Y si tiene novia?
Me angustié, pero traté de pensar en positivo.
No creo que tenga novia, lo conocí un sábado a la noche y si tuviera novia, saldría con ella los sábados a la noche, sin e