Al día siguiente
Me despierto con una pequeña mano recorriendo mi pecho para encontrar su comida, ni siquiera sé en qué momento me quedé dormida, porque lo único que recuerdo es que subí al auto rumbo a la casa y que ahora, estoy siendo despertada por un pequeño que tiene mucha hambre para esperar que yo me despierte por mi cuenta.— Finalmente has despertado. — dice Alondra.— ¿Qué sucedió? ¿Qué hora es? — pregunto aturdida.— Son las dos de la tarde. — dice Alondra y yo salto sobre la cama para intentar levantarme y lo que hago es lastimarme las costillas que no han sanado del todo.— ¡Mierda! — grito quejándome del dolor, mientras mi hijo se concentra en mi pecho que aún no ha podido liberar de la ropa.Mientras me quejo del dolor, Alondra intenta alejarme al pequeño que se aferra a mi b