De inmediato, miro hacia las personas que nos disparan y si no es porque alguien me jala, la herida leve en mi brazo, me habría costado la vida.

— ¡¿Estás loca?! — grita Naela.

— ¿Qué pasa?

— Se te está llamando, ¿acaso ver herida a Noemi te causó tanto daño? — pregunta Naela, observándome con preocupación.

‘Casi no vives para contarlo y todo por estar entretenida en lo que no debes.’ Me digo mentalmente.

— Lo siento, pero, se me ocurrió algo, pero, estaba pensando si era viable o no. — susurro.

— Hermana, debemos marcharnos.

Sé que si nos quedamos aquí perderemos la vida y no es buena idea. Así que, con mucho miedo, miro a Naela y ella me deja en una parte donde un árbol grande impiden que me lastimen mientras ella nos defiende.

Noemi también hace lo mismo, aun