Mi suerte no ha sido la mejor, pero, esto pudo ser peor, así que, me aferro a mi fe para que él no ordene mi muerte, aunque me está buscando justamente para eso.
— A él y su equipo, fue su decisión, así que, morirán por ello.— ¡Espere un momento, jefe! — gritan todos y yo me abrazo con miedo porque posiblemente me hagan parte de ello.— He dicho todos, si hay algo que saben es que yo no tengo clemencia para las personas que me traicionan. Así que, suplicar no es necesario. Disfrutaron de los frutos por el dinero que obtenían sin mi consentimiento, ahora les toca sufrir el castigo de ello.Los hombres gritan desesperados, mientras yo me quedo esperando mi sentencia de muerte o solo huir tan rápido como sea posible. Sin embargo, no creo que sea tan sencillo como me gustaría.Todo se vuelve gritos e incluso, varios hombres intentan correr y lanzarse al ma