No siento que sea buena idea hablar con Arnold en estos momentos, pero, él se niega a marcharse y por eso, me siento esperando que él me hable.
— Si quieres hablar, hazlo, Arnold. — digo con seriedad.— Yo te quiero, Eva, realmente eres la única para mí. — dice Arnold y yo lo observo indignada.— ¿Sabes lo que acaba de pasar?— Ni siquiera me acuerdo de ello, Eva. Seguramente todas ellas fueron antes de ti. — dice Arnold.— Si vienes hablar de eso, entonces, dejémoslo así. — digo y él niega de inmediato.Arnold niega de inmediato y se sienta en la cama para tomar mi mano y yo niego de inmediato, retrocediendo.— Eva, déjame tocarme, no sabes cuanto me duele que no me dejes tocarte. — dice Arnold y yo lo observo indignada.— Parece que no entiendes el daño que me has causado. — digo con frialdad.