Duele, realmente siento dolor por sus palabras, demostrando que estoy enamorado de mi esposa, quiero a Eva y no por un capricho, realmente amo a mi esposa y por eso, me duele la frialdad con la que me habla.
— ¿Realmente no sientes nada por mí? ¿No has experimentado algo durante todo este tiempo? — pregunto y ella suspira profundo.— Arnold, no es lo mismo. — dice ella y yo niego.— No te estoy diciendo que me ames intensamente, Eva, solo reconoce que me quieres.— Yo no quiero esto. — dice ella y yo suspiro profundo.‘No me quiere… no, se niega a quererme porque prefiere eso a reconocer que siente algo por mí y es feliz teniéndome a su lado.’ Me digo mentalmente.— ¡Mierda, tampoco quiero esto! ¡Yo busco contigo tener una vida pacifica porque estoy cansado de todo el caos de mi mundo y no lo estoy teniendo contigo!— Esa es otra