El miedo por lo que pueda suceder, hace que mi corazón se acelere frenéticamente, porque aunque sé que sus palabras son peligrosas, tal parece que ese peligro me interesa, es como si quisiera de forma curiosa saber que es capaz de hacer.
— Entonces esto fue una trampa.— Sí.— Arnold, ¿no te da vergüenza reconocer algo así?— No, porque así puedo tenerte conmigo y es lo que importa. — dice él besando mi pecho de tal forma que calienta mi cuerpo.Pero, Arnold no me suelta. El hombre desconocido que no es capaz de soltarme, me observa con tanto deseo aunque recientemente ha tenido un orgasmo.‘Dudo que eso sea suficiente para él.’ Me digo mentalmente.— Arnold, así no vas a conquistarme. — digo con seriedad.— Bueno, es un riesgo que se debe correr. — dice Arnold listo para besarme.— Espera un m