56 Más allá de las palabras.
En ese momento entendí que la maternidad era algo que realmente deseaba. Sabía lo que eso significaba y la oportunidad que tenía de cumplir mis propios sueños a su lado. Yo deseaba tener un hijo, y ella ser madre.
—Fire, no necesitas congelar tus óvulos.
Firenze dejó escapar un suspiro y me miró.
—Fire, yo puedo ser el padre de tu hijo. Sé que he fallado en el pasado, pero te juro que ustedes serían lo más importante de mi vida. Lo daría todo por ti y por nuestro hijo. Estoy listo para eso.
—Tony, esto es una decisión muy importante, que lo cambia todo. Hay algunos conflictos en tu vida que debes resolver primero y no sé si seas capaz de eso.
Eso era una clara referencia a Katherine y Gabrielle.
Las cartas estaban sobre la mesa. Firenze había demostrado que tenía la fortaleza para seguir adelante sin mí, pero yo le mostré que podía darle la estabilidad que pedía.
Pasaron algunos días en los que Firenze estuvo muy concentrada en preparar su colección. Sus vacaciones terminaron, pero su