En cuanto a Marisela, Daniel recordó el documento que había firmado.
Marisela había dejado claro que si Isabella volvía a atacarla, él no debía encubrirla y todo debía seguir el proceso legal correspondiente.
...No sabía si llamarla visionaria o si simplemente había predicho que Isabella nunca la dejaría en paz.
Daniel se frotó las sienes, cuando llegara el momento tendría que dar explicaciones a ambas partes: a los Cárdenas y a Marisela.
Uno era una amistad familiar de generaciones, la otra era un compromiso documentado...
Nunca antes había estado en una situación tan desesperante.
Porque los asuntos personales eran los más difíciles de resolver, en los negocios simplemente podía actuar con decisión directa.
Al día siguiente, Marisela fue a trabajar como de costumbre.
Debido al accidente automovilístico del día anterior, los guardaespaldas enviados por Eduardo ya no la seguían en secreto, sino que la protegían abiertamente.
Mientras trabajaba, Marisela revisaba su teléfono de vez en c