Ella no era del tipo de persona que aprovechaba las oportunidades menores, y mucho menos quería trepar socialmente para obtener riqueza y estatus.
Además, nunca antes había visto a la otra persona ni una sola vez, y en este primer encuentro apresurado, inmediatamente le propuso adoptarla como hija.
—Señora, me gustaría escuchar sus verdaderos pensamientos. Si fuera únicamente lo que mencionó anteriormente, ¿por qué no quiere que Celeste se entere, y además esta es la primera vez que nos vemos?
—Usted debe tener otras cosas que desea decirme. Por favor sea directa, no necesita expresarse de manera indirecta, después de todo usted es mayor que yo y es la madre de mi amiga.
Leonora observó a Marisela. Sabía que las personas que lograban destacar por mérito propio e ingresar a la Universidad Nacional eran muy inteligentes.
Pero esta perspicacia de Marisela aún la impresionaba, además de ser bastante directa.
Está bien, entre personas inteligentes entonces iría directo al grano. Su sonrisa