Vivir en este tipo de zona y además en un complejo residencial común, definitivamente no era la casa de Celeste.
En realidad, cuando Celeste le envió la ubicación de este lugar, él incluso había preguntado para confirmar de nuevo, casi pensando que ella lo estaba engañando a propósito.
Pero no esperaba que realmente viviera ahí, fue muy sorprendente.
La persona subió al asiento del copiloto, Daniel preguntó:
—¿A dónde vamos?
—Águila Blanca —respondió Celeste.
Daniel conocía este lugar, porque había acompañado a Isabella a comprar ropa y joyas ahí, era una calle comercial de marcas de alta gama.
Condujo hacia allá.
Tal vez porque le resultaba algo confuso el lugar donde vivía Celeste, o tal vez porque el silencio en el auto creaba cierta incomodidad, Daniel preguntó casualmente:
—¿Vives aquí?
—Sí —respondió Celeste.
—Pensé que estarías en tu casa —dijo Daniel.
—Durante este tiempo voy a vivir aquí —dijo Celeste.
Daniel escuchó, recordando a esa chica delgada y pequeña. Los Bustamante no