A un lado, Isabella al escuchar esta propuesta descarada casi no pudo contenerse de abrir la boca para insultar a Celeste por sinvergüenza.
Ver lo que le gustara y comprarlo todo, si se encaprichaba con todo un mostrador de bolsos, ¿acaso no haría que Daniel los comprara todos?
Y además hacía que Daniel la acompañara personalmente, claramente lo hacía a propósito, porque su madre originalmente tenía la intención de que ambos se conocieran.
¡Así que Celeste se había fijado en Daniel y quería seducirlo!
Isabella rechinó los dientes de rabia, mirando con ojos furiosos a la mujer del frente.
Jamás permitiría que Celeste entrara a la familia, ¡no soñara con convertirse en nuera de los Acosta!
En ese momento, Celeste sostenía su jugo, tomó algunos sorbos pequeños mientras miraba a Isabella del frente con ojos que parecían echar fuego, se sentía absolutamente satisfecha.
Pensó: "Te lo mereces, maldita mujer. Si no puedo lidiar contigo, entonces haré que tu hermano pague. Voy a sangrarle bien