Marisela: [No estaba enojada, es que tenía cosas que hacer en ese momento y además se me descompuso el celular, por eso no pude responderte.]
Ulises apretó los labios mientras leía esa explicación. Aunque Marisela dijera que no estaba enojada, él no le creía.
¿Cómo era posible que el celular se descompusiera de repente?
Además, en ese momento ya era hora de salida del trabajo, ¿qué podría estar haciendo Marisela?
Así que todas esas eran excusas para darle largas.
—Oye, Marisela me respondió, dice que no estaba enojada y que también te va a mandar mensaje —la voz de Celeste sonó al mismo tiempo por los auriculares.
Al escuchar eso, Ulises se detuvo un momento.
Parecía que Marisela les había respondido a los dos al mismo tiempo.
Si era así...
¿Acaso era cierto que se le había descompuesto el celular?
Escribió preguntándole a Marisela cómo se le había descompuesto el celular, pero ella solo le dijo que se le había caído al suelo y se le había roto la pantalla.
Ulises: ...Bueno, pensé que