—Sí, pensé que cuando fuera a buscar al señor Cárdenas me regañaría. Aurelio también es muy astuto, no me ayuda para nada a hablar de esto. En fin, no veo los beneficios de este trabajo, pero los problemas son un montón —suspiró Ismael.
Y además, por un pequeño proyecto de Tec Prosperidad, tenía que liderar el equipo personalmente.
Originalmente esto ni siquiera necesitaba que viniera alguien de nivel gerencial, bastaba con encontrar un jefe de grupo para hacerlo, él solo tenía que firmar.
Pero resulta que esta era la orden del señor Cárdenas: no solo el gerente tenía que participar en todo el proceso, sino que el señor Cárdenas también participaría.
Realmente se arrepentía de haber competido con otros gerentes por este trabajo en su momento. Ganarse la vida bajo un jefe superior no era tan fácil.
—Ya transmití el mensaje y también traté de disuadirlo. El señor Cárdenas simplemente no me escucha, no puedo hacer nada. Ni aunque viniera el presidente podría detenerlo —suspiró Ismael nuev