Que Eduardo lo valorara o no, que el hijo ilegítimo usurpara el poder o no, que Lorenzo pudiera mantenerse firme en su posición como heredero del Grupo Cárdenas...
Todo eso no tenía nada que ver con ella. Ya era una extraña observando todo esto.
Terminó la llamada, del lado de Celeste.
Ella le contó esto a Ulises, quien levantó las cejas.
No esperaba que la chica que siempre se mostraba aduladora y sumisa ante él fuera tan rápida y confrontara directamente a Lorenzo. Marisela tenía una fortaleza y dureza que él nunca había visto.
¿Cuándo podría ella mostrarle también esa faceta?
Realmente no quería enfrentar a una Marisela con sonrisa falsa, como si entre los dos hubiera siempre una membrana que nunca se pudiera romper, separados siempre por un abismo.
Sus ojos se fijaron en la ventana de chat de su celular, donde el contenido seguía siendo las frases corteses que ella le había enviado, sin emociones como un robot.
Al final, salió de ahí, porque si no había nada importante, realmente n