—Ya que no eres recepcionista, ¿por qué haces trabajo de recepción? Y luego dices que no preparaste el café especialmente para mí.
Ante estas palabras, Marisela apretó los puños instantáneamente, mirándolo con leve enfado.
Los demás ejecutivos pasaron de la sorpresa inicial a la confusión, y ahora al asombro y perplejidad:
¿Acaso el señor Bustamante estaba... coqueteando abiertamente con Marisela?
Así, las especulaciones sobre la relación entre ambos se volvieron más sugestivas y ambiguas, con miradas llenas de curiosidad.
Al otro lado de la mesa.
Matías frunció el ceño. Inicialmente pensó que Marisela había conocido al señor Bustamante por medio de Celeste, pero ahora...
Percibía vagamente el aroma de un rival amoroso.
—Le preparé el café porque llegué más temprano, y como el personal de recepción estaba limitado, simplemente ayudé —respondió Marisela manteniendo la calma, con una sonrisa profesional.
Los ojos de Ulises se curvaron ligeramente mientras observaba a la "gatita" que acab